Hay otros mundos, y están en éste

El filólogo John Ronald Reuel Tolkien, catedrático de Oxford, no se limitó a estudiar las lenguas muertas, sino que creó lenguas imaginarias, y con ellas, el intento de imaginar una mitología inglesa

Por Andrés Castañón
 
En el principio fue el verbo.
Pocas veces puede encontrarse un mejor inicio de un libro. En este caso, la Biblia, que, como múltiples intentos de diferentes culturas en todo el mundo se propusieron explicar el origen y la existencia del Universo y el ser humano. En este caso, suma la cosmovisión judeo cristiana a la bhagavad gita hindú, la sensual mitología griega, la inquietante mitología nórdica, o las diferentes interpretaciones budistas y de infinidad de etnias en África y Oceanía.

La literatura del filólogo británico, nacido en Sudáfrica, John Ronald Reuel Tolkien, está influida por el anhelo de crear una mitología inglesa. En su saga “El señor de los anillos”, crea culturas imaginarias y hasta una especie de planeta paralelo: “La Tierra Media”. Estudió noruego antiguo e islandés para leer las Eddas escandinavas, y finés para acercarse al poema épico Kalevala. También conocía a la perfección las mitologías celta, griega, hindú y judeocristiana. Tolkien incorporó elementos de todas ellas a su universo: el mago Gandalf, una especie de Odín errante; el simbolismo de los anillos; el concepto de la Tierra Media, a medio camino entre el mundo superior de los dioses y el inferior de los demonios; los elfos.

Los mitos irlandeses, con sus hadas más parecidas a brujas perversas que a la teñida “Campanita” de Disney, sus duendes y criaturas animales fantásticas, también fueron influencias importantes en los componentes de la saga.

Cuando estalló la Primera Guerra Mundial, sus amigos corrieron a alistarse, pero él esperó a obtener su graduación. Su destino fue Francia, adonde llegó en junio de 1916 para combatir en la batalla del Somme. En aquel infierno de bombas y barro. Tolkien perdió a muchos amigos, pero descubrió la lealtad, la camaradería y el sacrificio. La guerra se convirtió para él en un compendio de los males de la modernidad, una idea que ronda por toda su producción


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Su obra (DISPONIBLE EN LA BIBLIOTECA) reúne la épica de las batallas, la solidaridad y camaradería entre pares, la imaginación como estímulo, y la idea de la existencia del otro, diferente, concebidas en pleno siglo XX de intolerancias políticas y raciales que habían posibilitado el acceso del nazismo al poder en Alemania, y el estallido de la Segunda Guerra Mundial. En 1932, Tolkien escribió un libro para entretener a sus hijos, llamado El Hobbit, que luego fue publicado, y dio inicio a la famosa saga “El señor de los anillos”. 

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