Los profetas del positivismo
Un
viaje en el tiempo a las profundidades de dos autores visionarios: Julio Verne
y H.G.Wells
Por
Andrés Castañon
El
positivismo, teoría filosófica predominante en la segunda mitad del siglo XIX,
fue formulado por el sociólogo francés Aguste Comte, y fue un sistema de
pensamiento acorde con los avances de la ciencia, puesto que rechaza todo
concepto universal y absoluto que no esté comprobado.
En ese contexto surgió la
obra de dos grandes autores, considerados los padres de la ciencia ficción:
Julio Verne y H.G. Wells.
Verne,
un genio de su época, vislumbró desde la literatura los avances tecnológicos
que habrían de tener lugar en el futuro, adelantándose a los propios
descubrimientos científicos. En 20.000 Leguas de Viaje Submarino este artefacto
adquiere las características de personaje, como una especie de monstruo. El
capitán que lo dirige, acaso la verdadera criatura monstruosa, cobra su
venganza al evitar emerger de bajo la superficie del agua, como una forma de
devolver la maldad de la que fue partícipe durante su vida en tierra.
Puede
considerarse como la obra cúspide de Verne su Vuelta al Mundo en 80 días, donde
imagina la futura aviación a partir de un globo aerostático que recorre todos los continentes.
Por
su parte, H.G. Wells Fue un autor prolífico
que escribió en diversos géneros docenas de novelas, relatos cortos, obras de
crítica social, sátiras, biografías y autobiografías. durante su vida fue
reconocido como un crítico social con visión de futuro, incluso profético, que
dedicó sus talentos literarios al desarrollo de una visión progresista a escala
global. En su faceta de futurista, escribió diversas obras utópicas y previó el
advenimiento de aviones, tanques, viajes espaciales, armas nucleares, televisión
por satélite y algo parecido a internet.
En la ciencia ficción imaginó viajes
en el tiempo, invasiones alienígenas, invisibilidad e ingeniería biológica.
Entre sus obras más destacadas están La máquina del tiempo (1895), La isla del doctor Moreau(1896), El hombre invisible (1897), La guerra de los mundos (1898) y La guerra en el aire (1907). Estuvo nominado en cuatro
ocasiones al Premio Nobel de Literatura.
El 30 de octubre de 1938, el genial
actor y director Orson Wells realizó una adaptación de radioteatro de La Guerra
de los Mundos, escenificada como un noticiero sobre la invasión alienígena. La
transmisión provocó suicidios en masa y huidas en automóvil abandonando las
ciudades supuestamente invadidas por los extraterrestres.
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