Escritores patagónicos: Rodolfo Walsh
por Andrés Castañon
Rodolfo Walsh, considerado como la consciencia mediática de nuestro
país, por su ética y rigor periodísticos, nació en la localidad rionegrina de
Choele-Choel en 1927. Hijo de irlandeses, pasó su infancia en internados, de los
que tomó la experiencia autobiográfica en libros de cuentos como “Los oficios
terrestres” y “Un oscuro día de justicia”. Allí, describe la opresión de los
bedeles, y la agresiva convivencia entre los pupilos. Frecuentó el cuento
policial clásico en “Variaciones en rojo” y “Diez cuentos policiales argentinos”,
abordados con estilo de enigma a lo Agatha Christie o Chesterton.
Eximio jugador de ajedrez, vivía en La Plata en 1955, cuando tras la
llamada Revoluciòn Libertadora que derrocó a Juan Domingo Perón, alguien en el
bar le transmitió: “Hay un fusilado que vive”. Se trataba de Antonio Livraga,
quien había logrado salir con vida de los fusilamientos clandestinos en los
basurales de José León Suárez con que el régimen castigaba las conspiraciones
peronistas para derrocar al gobierno de facto. Ese fue el origen de “Operación
Masacre”, libro testimonial que relata la peripecia de Livraga y la represión
de aquella dictadura. Ese trabajo fue publicado como folletín por entregas en el periódico de la CGT de los Argentinos, que lideraba Raimundo Ongaro. Aunque en los años `60, fue en Estados Unidos donde se
dio con énfasis el llamado “nuevo periodismo”, que aportaba recursos literarios
a la información, en la pluma de Tom Wolfe, Norman Mailer y Truman Capote entre
otros, fue este rionegrino nacido en Choele Choel quien creó el género con “Operación
Masacre” (DISPONIBLE EN LA BIBLIOTECA).
Luego la política lo absorbió, y escribió en diversos diarios y
revistas. Fue el autor de la tapa del diario Noticias el día de la muerte de
Juan Domingo Perón, con la palabra “DOLOR” a toda página y una superlativa
bajada, por la síntesis y calidad periodística, redactada por él. También formó
parte de Prensa Latina, la gencia creada por el régimen revolucionario cubano
en 1959.También escribió soberbios textos como el cuento "Esa mujer", que reproduce su entrevista a uno de los militares responsables del macabro periplo del cadàver de Eva Perón (puede escuchàrselo en la voz del propio Walsh siguiendo este enlace a youtube: https://www.youtube.com/watch?v=ShEwJ7FvEpI).
Durante la dictadura cívico militar de 1976-1983, intentó romper el
silencio y la censura a los grandes medios con los cables de la Agencia de
Noticias Clandestina, ANCLA. Cada uno de ellos concluía con la exhortación “Reproduzca esta información, hágala
circular por los medios a su alcance: a mano, a máquina, a mimeógrafo,
oralmente. Mande copias a sus amigos: nueve de cada diez las estarán esperando.
Millones quieren ser informados. El terror se basa en la incomunicación. Rompa
el aislamiento. Vuelva a sentir la satisfacción moral de un acto de libertad.
Derrote el terror. Haga circular esta información.”
Como cable de ANCLA escribió, el 24 de marzo
de 1977 su famosa Carta Abierta de un Escritor a la Junta Militar, en la que denuncia
desde los dislates económicos hasta el genocidio en marcha. Al día siguiente,
fue acribillado a balazos por un grupo de tareas de la ESMA que procuraba
secuestrarlo y él se defendió con un revólver 22 corto. Uno de sus asesinos
dijo: “Lo bajamos a Walsh. El hijo de puta se
parapetó detrás de un árbol y se defendía con una 22. Lo cagamos a tiros y no
se caía el hijo de puta.”
Su Carta Abierta es uno de los documentos
clave de la historia del periodismo argentino y concluye con la extraordinaria
frase “Estas son las reflexiones que en
el primer aniversario de su infausto gobierno he querido hacer llegar a los
miembros de esa Junta, sin esperanza de ser escuchado, con la certeza de ser
perseguido, pero fiel al compromiso que asumí hace mucho tiempo de dar
testimonio en momentos difíciles.”
Walsh murió pero sigue vivo su ejemplo y su
obra.
Por eso, en su caso también puede decirse, simbólicamente, que “hay un
fusilado que vive”.
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